Imagina entrar a una cafetería y ver un cartel que dice:
“Si bailas, te regalamos un donut.”
Lo que comenzó como un cartel simpático terminó convirtiéndose en una de las acciones de marketing más divertidas, virales y efectivas de la zona. ¿El resultado? Clientes bailando, riendo, grabando y entrando a la tienda.
Una experiencia compartida que vendió mucho más que donuts.
1. ¿Qué tiene de especial esta idea?
No se trataba solo de ofrecer un producto gratis, era una acción emocional:
- La gente se sentía parte de algo
- Reía, se grababa, lo compartía
- Asociaba la marca con diversión, cercanía y buen rollo
La clave no fue el donut. Fue el momento.

2. ¿Por qué funciona tan bien este tipo de marketing?
Este tipo de acciones activan varios sesgos psicológicos potentes:
- Interacción + recompensa: Participas y recibes algo
- Prueba social: Ver a otros bailando te anima a hacerlo
- Contenido generado por el usuario: La gente graba el momento y lo difunde en redes
Todo esto sin gastar en anuncios, solo con una idea creativa bien ejecutada.
3. ¿Puedes aplicarlo a tu negocio? Sí.
Tal vez no vendas donuts… Pero puedes ofrecer una experiencia, una participación, un momento memorable que:
✅ Invite a entrar
✅ Genere contenido visual
✅ Refuerce tu marca sin parecer que vendes
La pregunta que debes hacerte no es “¿qué vendo?” sino: ¿Qué momento puedo crear que haga que la gente quiera compartirlo?
Conclusión:
No necesitas una gran inversión para atraer clientes.
Solo necesitas una buena historia, un momento que emocione… Y una estrategia que transforme la experiencia en marketing.
Porque cuando tus clientes lo graban, lo comparten y lo disfrutan, tu marca se multiplica sola.
